Tiene 37 metros de altura, destacando sobre el imponente conjunto monumental de Olivenza. Es la torre-fortaleza más alta en la frontera hispanoportuguesa.
A su lado, la visita obligada pasa por entrar en el templo de Santa María de la Asunción, construida a finales del siglo XVI y muestra un conjunto de retablos portugueses únicos.
Lo que más sobrecoge al visitante es su interior, a un tiempo robusto y sensual, dividido en tres naves por ocho formidables columnas torsas que parecen evocar los calabrotes de un navío. Fue la sede oficial de los Obispos de Ceuta en el siglo XVI.